domingo, 23 de noviembre de 2008

Segunda Función de Vecinas



Uno de los placeres sencillos que proporciona el teatro es ver desde la cabina de luz y sonido como va entrando el público, como va cuajándose de espectadores el patio de butacas.

Ayer casi logramos un lleno pero lo mejor es que el público que llegó siguió la función muy bien enganchado a la peripecia de Salvia, Isabel y Còsima.

Estamos descubriendo, o mejor cerciorándonos, de que el público necesita, agradece y goza los pequeños tanques de oxigeno que le proporcionan los momentos de ironía cáustica e incluso se suelta a reír en los chispazos de humor mordaz.

Ayer hicimos una función excelente, las actrices alcanzaron un magnífico nivel y lograron enganchar al público. Tienen que estar atentas para solucionar leves desajustes de índole técnica y continuar hurgando en las entrañas de sus personajes para seguir haciéndolos crecer Este arte efímero nuestro así nos lo exige, lo logrado ayer ya no existe, se esfumó según lo íbamos creando. ¡Hoy a repetir la magia!

Ayer fue, indudablemente, uno de los mejores días de los ocho años de vida de la ballena.

¡Por allí resopla!

Ya saben, nos vemos a las 8:00 p.m. en el Teatro Luis Poma.

1 comentario:

Lorena J. Saavedra dijo...

Estuve por ahí el sábado 22, viendo desde la ventanita y hurgando en los corazones de esas tres mujeres. Es fuerte, tremendamente tierna y... qué decir, también estuvimos en ese edificio, pero más calladitas. Si ellas empezaron a gritar y liberarse, ahí vamos también. Un enorme abrazo! Son grandes!!